1148 temas de desarrollo personal
La finalidad de estos temas es adquirir informaci¨®n clara y seria sobre aspectos importantes de la vida.
Los criterios claros incrementan la autoestima, la creatividad y la capacidad para tomar decisiones eficaces.
Editorial - 1106
Piensa antes de actuar
Los seres humanos somos instintivos por naturaleza. Estamos preparados biológicamente para reaccionar y sobrevivir. Ante cualquier estÃmulo activamos involuntariamente una serie de instintos que nos ayudan a tomar decisiones rápidas o a desplegar asombrosas habilidades fÃsicas para la supervivencia.
El instinto guÃa a los seres vivos. Los animales son básicamente instintivos; sin embargo, en el caso de los seres humanos, el instinto ha perdido fuerza a lo largo de la evolución, en beneficio de la inteligencia, lo cual indica que los seres humanos pueden aprender a controlar, en gran medida, los instintos a través de la educación.
El instinto ayudó a sobrevivir a la especie humana y a sobreponerse a situaciones muy adversas, pero hoy las cosas han cambiado. La vida es muy compleja. Además de sobrevivir a nivel biológico, necesitamos sobrevivir a nivel económico, laboral, social, psicológico, etc. para lo cual necesitamos algo más que los instintos, necesitamos conocimiento, sentido común, control de las emociones y disciplina. Estos hábitos se adquieren a través de la educación y del entrenamiento constante.
En el Instituto de TecnologÃa de Massachussetts, USA, estudios recientes han revelado que el ser humano es más instintivo que racional.
Durante una investigación realizada con medios electrónicos, se monitorearon las actividades diarias de estudiantes, investigadores y ejecutivos y se halló que el 90% de las actividades que realizaban eran rutinarias y se podÃan prever en forma matemática.
Resulta difÃcil aceptar que la mayor parte de la vida cotidiana de una persona no está determinada por sus intenciones conscientes, sino por su entorno, es decir, que casi todo nuestro tiempo lo invertimos en reaccionar en forma instintiva a los estÃmulos que provienen de lo que nos rodea.
Utilizando sensores electrónicos muy sofisticados los investigadores lograron analizar algunos patrones significativos. Aparentemente el 80% de las personas estudiadas, actuaban respondiendo a señales sociales, es decir, a estÃmulos provenientes del exterior. Esas señales eran movimientos corporales y un lenguaje modulado, tanto en el volumen como en el tono del habla.
Estos investigadores se sentÃan capaces de predecir con un 87% de exactitud las respuestas de las personas investigadas. Por ejemplo, podÃan predecir si la llamada de un operador telefónico terminarÃa en una venta, sólo con escuchar su voz durante unos pocos segundos.
Estos datos sugieren que gran parte de la conducta humana es automática y determinada por los instintos, mientras nosotros estamos convencidos que actuamos conscientemente.
Las personas creen que deciden de acuerdo a su voluntad pero no es asÃ, si asà fuera, decidirÃamos siempre por la verdad, por el bien y por el éxito, y jamás por la mentira, ni por la corrupción, ni por el fracaso, puesto que todos sabemos las consecuencias negativas que acarrean.Â
Muchas personas mienten, se corrompen y hacen el mal, porque su estructura mental les impulsa a ello. Cuando una persona ha sido bien educada, posee criterios, valores y hábitos mentales positivos que se han consolidado a lo largo de la vida. Su mente está programada para hacer el bien, y, en consecuencia, su tendencia natural es hacer el bien. Sin embargo, nadie es perfecto y a pesar de la buena educación puede incurrir, de forma accidental, en el mal.
Pero, cuando una persona es "educada" sin principios, sin criterios, sin respeto a los derecho de los demás, sin responsabilidad y sin disciplina, no tiene estructura mental capaz de controlar los instintos y las pasiones. Estas personas creen que hacen lo que quieren, como quieren y cuando les place, pero, en realidad no es asÃ. Lo único que hacen es seguir sus impulsos internos. Ahora bien, como viven en una sociedad que exige ciertas reglas, se ven obligados a controlar algunos aspectos para no ser marginadas, pero como dice el refrán: "La cabra tira al monte"
Las personas creen que toman decisiones por voluntad propia pero estudios recientes indican otra cosa. Parece que es el cerebro el que toma las decisiones de acuerdo a la información que maneja y un segundo después la persona toma conciencia de la decisión tomada por el cerebro. Lo importante es que el cerebro actúa de acuerdo a los contenidos mentales (intelectuales, afectivos morales y espirituales) que rigen la vida de la persona. Por tanto, si quieres mejorar la calidad de tu vida, no lo vas a lograr sólo con planificaciones, necesitas ir directo a la estructura de tu personalidad y revisar principios, creencias y comportamientos laborales, sociales, morales y espirituales.
Aunque el cerebro es quien decide, no significa que la persona carezca de libre albedrÃo, pues el cerebro se limita a actuar de acuerdo a las programaciones internas desarrolladas por la persona; de modo que, cada quien decide de acuerdo a la clase de persona que es. Hay muchas cosas que las personas no desearÃan hacer porque tienen conciencia de que no son convenientes, pero a nivel subconsciente sà desean hacerlas porque esa es su dinámica profunda.
Somos parte de una sociedad, que nos obliga a decidir constantemente, pero las decisiones verdaderamente importantes son las relacionadas con el propio desarrollo. Estas decisiones Ãntimas y personales son las que deciden nuestra vida; por tanto, son estas decisiones a las que debemos prestar mayor atención.
Nadie puede decidir con libertad, si está condicionado internamente por la ignorancia, por el temor o por las pasiones. Este condicionamiento interno conduce al sometimiento externo. Si eres libre en tu mente y en tu corazón, nadie podrá someterte
Piensa antes de actuar, prevé y mide las consecuencias para que no tengas que lamentarte.
Actúa desde el Adulto (lógica, sentido común) Mientras te mantengas en el Adulto serás invencible.
Dialoga (razona) Lo que no se resuelve a través del diálogo, no se resuelve de ninguna otra forma.
No discutas, no entres en el juego de los sentimientos porque perderás la batalla.
    Lic. David Angulo de Haro